Fue el mes de marzo de 1897 el que vio nacer a Jesús Canabal Fuentes. Venía al mundo el la parroquia de Pereira, en el lugar de Amenal, una aldea que en aquella época tenía poco más de 100 vecinos. Se vio obligado a emigrar con tan sólo 13 años, en 1910. Su destino: Buenos Aires. A los pocos años Jesús comienza a trabajar en una empresa dedicada a la papelería, que se llamaba Casa Iturrat. En su tiempo de ocio, se acercaba y pasaba las horas en los locales de asociaciones gallegas, numerosísimas en la capital bonaerense. De hecho, en 1914, participa en una fundación de la “Agrupación Artista Gallega de Buenos Aires”.
Con tan sólo 21 años lo nombran gerente de la empresa Iturrat y lo envían a la delegación de Uruguay. La recesión internacional conllevó una crisis en el mercado del papel tras la primera guerra mundial, con lo cual se cerró esta sucursal en Montevideo. Entonces, Canabal, en un ejercicio de osadía, decide no salir de su profesión y funda una pequeña empresa. Debuxo realizado por Seoane a CanabalCon sus hermanos José, que ya estaba en Buenos Aires, y con Andrés, que aún vivía en O Pino, abren la empresa “Jesús Canabal y Hermanos, Fábrica de Sobres”. La sociedad comenzó a fabricar un sobre con el nombre de Suecia. En 1921 amplían la empresa con la compra de la papelería Jaime Bech, situada en una céntrica zona de Montevideo. Se refuerzan además con la llegada de otro hermano, Manuel. En el año 1925 la empresa tiene varios locales y 40 trabajadores.
Su éxito radica en la difusión de sobres y las fusiones y ampliaciones de capital. Uno de los momentos clave llega en el año 1937, cuando Jesús Canabal decide crear una fábrica de papel. Se llama “Industria Papelera Uruguaya Sociedad Anónima” (IPUSA). La firma llegó a cubrir prácticamente todo el territorio nacional. Ante la gran demanda, los hermanos deciden construir en la ciudad de Pando, en el departamento de Canelones, en el año 1948, una nueva fábrica que dio trabajo a más de 100 personas y supuso una inversión de más de cuatro millones de pesos de la época. Un hecho que también incidió, y mucho, en el desarrollo económico de la zona interior de Uruguay.
Al parecer, en su despacho de IPUSA, Jesús Canabal tenía las estanterías llenas de libros gallegos, en las paredes cuadros de artistas gallegos, como por ejemplo alguno dedicado de Luís Seoane. En su mesa descansaban los sobres fabricados por su próspera empresa, junto a un dibujo de la Catedral y de la Cruz de Santiago.
Además de su importante faceta empresarial, Canabal nunca dejó de lado su dedicación a las asociaciones gallegas. Participó en la mayoría de las agrupaciones e instituciones de la colectividad gallega en Uruguay. En la década de los años 20 se suma a la creación de los primeros grupos galleguistas, de forma paralela al movimiento nacionalista que se forjaba en Buenos Aires.
En medio de estas corrientes figuraban personajes como Julio Sigüenza, Crestar, Arturo Carril, o Doctor Mosquera… Ante la sublevación de Franco en el año 36, en Uruguay se realizan importantes campañas de solidariedad con la España Republicana. Canabal está en primera línea. Tres años después, con el fin de la Guerra Civil, comienzan a llegar los exiliados. Entre ellos Gerardo Díaz, Luís Villaverde, Luís Tobío, Alfredo Somoza,...
En el año 1940, Buenos Aires acoge la fundación de las famosas “Hermandades Gallegas”. Castelao creía que, al no haber democracia en España, los partidos políticos no tenían valor. Por lo tanto, era necesario crear una entidad patriótica, que aglutinara a toda la oposición galleguista. En el medio de todo esto, terminó la Segunda Guerra Mundial. La oposición, bajo bandera republicana, se preparó para la marcha de Franco. Por ello, Castelao creyó necesario fundar el “Consejo de Galicia”. El escenario fue Montevideo, y el año, el 1945.
Se trataba del primer gobierno gallego en el exilio. Comienza así una relación mucho más constante entre Canabal y Castelao, este último presidente del Consejo de Galicia. En uno de sus viajes, con motivo de la celebración del noveno aniversario del Estatuto Gallego, Castelao visita IPUSA. Un hecho que fue reflejado en “A Nosa Terra”. La crónica decía “Fueron invitados los miembros del Consejo a visitar la gran fábrica de papel que los hermanos Canabal poseen en las afueras de Montevideo. Un establecimiento industrial modelo, que pone de manifiesto la capacidad creadora de los gallegos, con lo que sería nuestra tierra, si hubiese libertad en ella para que sus hijos pudiesen desarrollar todas sus energías e iniciativas, teniendo que emigrar para poder demostrar su capacidad, enriqueciendo así, los países donde emigran. Los Canabal, dinastía de gallegos del Uruguay, que gozan de mucho prestigio y estimación, por su don de gentes y por su generosidad, hicieron de “cicerone” mostrando todas las instalaciones, viendo el proceso de fabricación del papel desde el más sencillo hasta el más complejo”.
En 1950 Canabal participa en la fundación del histórico programa radiofónico “Sempre en Galicia”, en Radio Carve de Montevideo. Con el estaban otros emigrantes como Alfredo Somoza, Manuel Meilán, Luís Tobío, Emilio Pita, Pedro Cruceiro y Manuel Leiras. Además, en la agenda de Canabal figuraba también su puesto directivo de la “Casa de Galicia de la Asociación Española de Socorros Mutuos”. En 1956 fue nombrado presidente del primer Congreso de Emigración Gallega, en el que participaron los dirigentes más destacados del exilio. Entre ellos Ramón Suárez Picallo, Alonso Ríos, Xosé Neira Vilas, Luís Tobío o Marcial Fernández.
Un día señalado, el 25 de julio del año 1956, Canabal funda el “Banco de Galicia”, una de las entidades financieras más importantes de Uruguay. Año y medio más tarde, el 27 de enero de 1958, el Banco de Galicia inaugura su primera sucursal en la céntrica Avenida 18 de julio. Canabal bautiza a esta sucursal con el nombre de “A Coruña” con la idea de poner a los nuevos locales bancarios los distintos nombres de las ciudades más importantes de Galicia. En su discurso Canabal dijo “No es común sentir en el curso de la vida, una satisfacción de la naturaleza que se experimenta al intervenir en un acto de trascendencia y significados que tiene este”.
En 1959 por iniciativa de IPUSA, se crea la “Sociedad de Celulosas del Uruguay, S.A.” para fomentar la producción de madera de este país. En el año 1985 la empresa facturaba un millón de dólares al mes, en concepto de fabricación propia y exportaciones a Argentina y Paraguay.
En el capítulo de su vida comprometida, cabe destacar los viajes que Canabal realiza en las décadas de los 50 y 60 a Europa. Tenían carácter comercial pero Canabal las aprovechaba para llevar a cabo tareas patrióticas y también para visitar, de vez en cuando, su tierra natal. En estas ocasiones solía llevar documentos e instrucciones a los galleguistas del interior, dirigidos por Piñeiro, y con su centro de operaciones en la “Editorial Galaxia”. También en esta época Canabal se entrevista en varias ocasiones con César Alvajar, periodista de gran prestigio republicano, residente en París, donde representaba el Consejo de Galicia. El era el encargado de las relaciones del nacionalismo gallego con el gobierno republicano en el exilio. Jesús y César tenían muchas cosas en común. Eran liberales, formaban parte de la masonería y se cayeron bien.
Se renovó el gobierno republicano en el exilio. Galicia estuvo representada por Castelao, en los años 1946 y 1947. César Alvajar quería que de nuevo el Consejo de Galicia tuviese un representante en este nuevo ejecutivo. Sondeó a los republicanos más influyentes, utilizó sus vínculos con la masonería, muy poderosa y piensa en su amigo Canabal como candidato, puesto que gozaba además de gran prestigio entre los emigrantes de Río de Plata. Empresario, presidente del Banco de Galicia, liberal y masón. En plenas negociaciones, Canabal visita París, Austria, Alemania y Suiza. Está ajeno a las presiones de César Alvajar y de Ramón Suárez Picallo para que finalmente sea nombrado oficialmente ministro del gobierno en el exilio. Se sorprende, y alega que es incompatible con la presidencia de su banco. A pesar de todo, acepta la designación como Ministro de la República en el Exilio. Su mandato duró de mayo de 1956 a febrero de 1962. El presidente era el general Emilio Herrera. Jesús Canabal era ministro delegado.
Canabal, activista durante toda su vida a favor de la colectividad gallega, muere el 29 de agosto de 1985. Recibe un homenaje por parte del Patronato de la Cultura Gallega de Montevideo, al año de su fallecimiento. En este acto el secretario de la entidad recita “gallego… siempre gallego. Jesús fue el mejor representante de un pueblo sufrido, laborioso, hormiga del trabajo duro, padre dadivoso, marido ejemplar, amigo fiel, jefe comprensivo, sonrisa siempre en los labios, mano abierta dispuesta al abrazo sincero o al saludo entrañable…” El escritor Manuel Suárez Suárez señaló: “sin enfermedad alguna, despacito, sin darse cuenta, se fue tal como siempre vivió en este mundo. Se fue envuelto en su proverbial humildad que eternamente hará de Jesús Canabal un perfecto ejemplo del gallego bueno y generoso”.